Dekás

Ayer, después de subir a 74 a mi paladín (curiosamente en mi hermandad me llaman friki, cariñosamente eso sí, cuando Rasganorte está plagado de 80s y gente con montura voladora ya!) y hacer un par de quests de la nueva zona a la que iré, Colinas Pardas, decidí retomar la aventura de mi Caballero de la Muerte, o DK como parece que va a quedarse la abreviatura finalmente.

El primer día de la expansión jugué un ratillo con él. Le puse de nombre Macauly, ya que Macaulyculkin era demasiado friki xD
Lo subí hasta 56 y hice las suficientes quests como para hacerme con la montura.
No fue hasta ayer, 5 días después cuando lo retomé.

Los primeros cambios que noté, la zona de inicio estaba vacía, todos los DKs ya han salido de las Tierras de la Peste y hacer misiones era algo bastante menos estresante ahora. Mejor así, ahora podría concentrarme más en la historia y el trasfondo del personaje que en pelearme con decenas de clones para matar un miserable campesino.
Dicho y hecho, me metí de lleno, leyéndome detenidamente las quests, disfrutándolas. Está logradísimo el inicio del DK, ojalá cada clase tuviera un inicio así, te identificarías más con ella. A la vez que disfrutaba del lore empezaba a familiarizarme y a leer bien los nuevos hechizos y habilidades, el primer día mis ataques eran un continuo spammeo de hechizos sin ton ni son, y aunque ayer a veces también lo era, al menos intentaba seguir unas rotaciones. Eso sí, rotaciones inventadas por mí, puede que no sean las correctas así que seguiré investigando, sobre todo en ese magnífico blog dedicado al DK: Death Knight.
Retalenté a Sangre, siguiendo una de las guías de ese blog, copiando descaradamente la primera build que vi.
He de reconocer de todas formas que voy bastante perdido con el personaje, no acabo de pillarle bien el truco a eso de las runas y que se conviertan en runas de la muerte o algo así. Supongo que con el paso de los niveles iré entendiéndolo mejor.
El caso es que aun no sabiéndolo usar bien, matar es muy sencillo y rápido, me encanta la habilidad esa que atraes a un enemigo hacia ti, es el principio de su fin!

A lo que iba, seguí con las misiones, y me dejaron casi tan asombrado como las que comenté el día anterior. Atención que pueden venir SPOILERS.

Me gusta mucho la interacción que hay en estas misiones con el mismísimo Rey Exánime, hablar con él me pone los pelos de punta. Por el final de la cadena de misiones, hay una que es donde se empieza a ver el principio del fin a tu lealtad al Rey. Te mandan que mates a un pobre prisionero en unos barracones contiguos. Dependiendo de la raza que seas, matarás a alguien diferente, pero siempre de la misma raza que tu. En mi caso me tocó matar un enano, y antes de la ejecución te dice que te recuerda de cuando eras pequeño, que cómo has podido acabar así. Ese es el principio del fin como seguidor de Arthas.
Pocas misiones después, en una batalla épica contra los humanos de la Capilla de la Luz, te rindes finalmente y sucumbes al poder de la luz.
Eres enviado a Ventormenta (en el caso de la Horda supongo que a Orgrimmar, aunque lo desconozco), donde nada más entrar los guardias y los ciudadanos te insultan y te escupen, además no puedes montar a caballo, teniendo que soportar esa humillación a pie hasta llegar a los pies del Rey Varian (que gran nombre) Wrynn. Después de entregarle una carta, te perdona y tu reputación con Ventormenta sube hasta honorable, olvidándote así de recibir más escupitajos de la gente de tu propia facción.
Una vez más aplaudo desde aquí a Blizzard por el curro que le han dado a esta nueva clase. Estoy disfrutando de estos momentos de juego como nunca.
Luego de todas las misiones decidí darle a Macauly sus profesiones. La única que tenía segura era Minería, para combinarla con Ingeniería, Herrería o Joyería.
Ingeniería la desestimé la primera, me parece muy divertida, pero útil para PVE y para mis otros personajes no.
La decisión estaba difícil entre Herrería y Joyería.
Con Herrería me podría crear armas o armaduras exclusivas y de alto nivel para mi DK, y quizá alguna de menor valor al paladín, sin embargo las joyas me sirven para todos los personajes que me haga, así que me decanté por Joyería al final. Uno de los factores que también influyó fue el leer lo dura que es de subir Herrería.
Como con el DK no tengo ninguna prisa en llegar a 80, subiré primero las profesiones hasta 300 antes de entrar en Terrallende en serio, aunque también es posible que pase de ellas y suba de nivel a mejor ritmo, quien sabe!

Maravillado: Segunda parte

Los días pasan y sigo subiendo a mi paladín tranquilamente. Ayer hice bastantes misiones y lo dejé a punto de caramelo para el 74.
Ya comenté en el último post lo maravillado que me está dejando está expansión, y hoy tengo que volverlo a repetir.

Ayer me embarqué en dos de las cadenas de quests más impresionantes que he vivido desde que juego al WoW.
Atención porque a partir de ahora vienen SPOILERS masivos sobre esas misiones, avisados estáis.

La primera de ellas viene después de una larguísima serie de misiones que al final nos lleva a presenciar un espectacular video (que ya se filtró hace tiempo) donde podemos ver a las fuerzas de la Alianza lideradas por Bolvar Fordragón avanzando hacia las puertas de Icecrown, reclamando la presencia del Rey Lich. Empieza una cruenta batalla a la que se unen fuerzas de la horda, lideradas por Saurfang. Al final aparece el mismísimo Rey Lich, al que Saurfang se atreve a retar, y muere en el intento. Cuando parece que todo está perdido aparece Putress, que ha traicionado a Sylvannas y lanza un gas sobre los combatientes, matando a todos excepto al Rey Lich, que logra volver a su guarida, malherido.
Este video es espectacular, lo podéis ver en el siguiente link:
http://www.youtube.com/watch?v=ZFm-mrJQD5k

Algo curioso es que después de ver este video, el escenario cambia y vemos toda esa zona quemada debido al ataque de Putress, gran detalle por parte de Blizzard.
Lo siguiente que te mandan (después de unas misiones) es ir a Ventormenta a hablar con el mismísimo Rey Varian (tocayo de mi brujo por cierto). Una vez en su trono, te envía junto a él y a Jaina a Entrañas, para acabar con Putress. Esta misión es increíble, si bien no hay que hacer mucho ya que entre el Rey y Jaina todos los enemigos van cayendo rápido, es impresionante estar adentrándote en Entrañas (instanciada por supuesto, no hay otros jugadores) y pelear junto a Varian.
Al final logras llegar delante de Putress, al que se da muerte. Luego, y aquí viene algo muy importante, al enterarse Varian de que Thrall está en la ciudad, vamos en su búsqueda y una vez enfrentados, comienzan a pelear, aunque Jaina nos congela a todos y nos devuelve a Ventormenta. Este evento supone el comienzo de la Cuarta Guerra. Casi nada.

La otra serie de misiones que me dejaron boquiabierto ayer, fueron unas que acaban en la mismísima cueva donde estaba escondida Agonía de Escarcha, más conocida por ser la espada con la maldición que llevó a Arthas a convertirse finalmente en el Rey Lich. Al final de esta quest, y delante de la espada, se activa una animación en la que vemos ese preciso momento en el que un joven Arthas llega a la caverna acompañado del enano Muradin y toma como suya la espada maligna.

Son misiones que hacen que uno sienta que de verdad hay una historia y una trasfondo en el juego, y no un simple juego de matar bichos como loco para subir de nivel.
Soy incapaz de acordarme de los nombre de las misiones para deciros donde empiezan y podáis hacerlas, pero os recomiendo que las intentéis buscar porque es de lo mejorcito que hay en el juego hasta la fecha.

Maravillado

Por fin he podido disfrutar realmente de la expansión este fin de semana.
Y he de decir que me encanta. Como ya dije, me decanté por Fiordo Aquilonal para comenzar de nuevo el questeo y no me canso de esa zona. Anoche lo dejé a dos misiones de completar el logro de 130 quests en esa zona y si fuera por mi seguiría haciendo muchas más.
El paisaje, intercalando bosques, zonas nevadas, cuevas, un bosque ardiendo, islas, montañas, cortados...
La riqueza del paisaje es abrumadora y la banda sonora aun más, estoy de acuerdo con lo que dice Banthar en su post, Rasganorte es una obra maestra.

Ahora mismo estoy a nivel 72, subiendo sin prisa pero sin pausa. Haciendo todas las misiones de la zona y todas las mazmorras que puedo. Las 3 mazmorras que he hecho, Utgarde, Nexo y Azjol-Nerub, me han parecido bastante sencillas, aunque en algunos jefes en concreto las pase canutas curando. Ya he cambiado algunas piezas de mi equipo por otras azules de las nuevas mazmorras. He tenido muchísima suerte ya que he sacado loot en el 90% de los bosses que hemos tirado. Siempre caen cosas de healer de malla o placas, y sino caen placas de DPS y como nadie tira me las guardo para un posible retalenteo a Retri si se llega a confirmar lo de la doble tabla de talentos.

Conseguí acceso a Dalaran con el viejo truco de las BGs de grupo y fui metiendo a gente de mi hermandad allí. La ciudad me ha encantado. Me da la sensación de ser más una ciudad, con sus calles más modestas, su tienda de juguetes, pastelería... Y eso que aun no la he visitado entera, me falta pasarme por la zona de las cloacas a ver qué hay. Por supuesto, y como casi todo el mundo, me hice rapidamente con la montura de Oso acorazado, que por cierto me recuerda a mi druida, que por el momento tengo aparcado en favor del paladín.

Ahora dudo en qué zona seguir questeando. Colinas Pardas parece tener un paisaje parecido a Fiordo, pero creo que la evolución lógica es hacia Cementerio de Dragones, donde ya hice una quest muy divertida de salvar a campesinos a bordo de una montura voladora. Hablando de ello, los nuevos tipos de misiones en lo que te cambia la interfaz y tienes que disparar arpones, pilotar una voladora y demás me parecen muy originales.

Sobre el Caballero de la Muerte, como todo hijo de vecino me creé uno, de raza enana que no tenía aun ningún personaje enano. La historia y el trasfondo de las misiones está logradísimo, aunque no jugué mucho más con él, lo dejé a 56 y con la montura. Lo iré subiendo poco a poco con talentos de Sangre, que dicen que para DPS en PVE es lo que más pega.

Podría estar escribiendo mucho más acerca de la expansión, pero me tiraría párrafos y párrafos, lo mejor es que la disfrutemos desde el principio, sin prisas, paladeando todas estas cosas que Blizzard nos ha regalado en esta magnífica expansión.

Rasganorte: Día 1

Parecía que nunca llegaría, pero por fin, se abrieron las puertas de la expansión.
Mi primera parada fue en Tundra Boreal, me fui a los instructores de profesión consiguiendo un par de logros, me di una vuelta por los alrededores y decidí cambiar de zona y dirigirme a Fiordo Aquilonal.

Si los nuevos barcos ya son impresionantes, el trayecto desde que entras en Rasganorte hasta que bajas es brutal.
Nada más llegar una sensación que hacía mucho que no sentía. No sabía que hacer, cogía quests y por primera vez en mucho tiempo no sabía ni por donde era ni a quién había que matar. Tengo instalado el questhelper pero va a medias así que no ayuda mucho. De todas formas me gusta la sensación de no saber nada y volver a experimentar el leveo desde cero.
El paisaje de Fiordo es precioso y las primeras quests no son difíciles, lo peor es tener que competir con los demás por matar un bicho o por una planta.
Antes de lo previsto cambié mi primera pieza de equipo, me cayó una maza verde que superaba la mía azul.
A lo largo de la tarde seguí questeando y maravillándome con el ambiente y por la noche llegó la hora de las mazmorras.

Empezamos con Utgarde. Es muy sencilla, íbamos los 5 de la hermandad y el tanke iba a saco, sin marcar prácticamente, sin CCs... pero los pulls caían rápido. Los bosses son fáciles, más si se sigue la guía que puse en el post anterior.
En todos los jefes cayeron placas o malla de healer y empecé a cambiar mis primeros morados de Kara y ZA por azules.

Luego nos dirigimos al Nexo. Los pulls fáciles también, el segundo y el tercer boss son super sencillos, el primero es un poco más estresante, sobre todo para mi que soy healer porque no estás quieto casi ningún momento y es difícil curar.
Al último boss no llegamos porque se cayó el tanke y eran las de la mañana, así que lo dejamos.
Volvieron a caer piezas de malla de healer y seguí cambiando equipo.

Hoy he subido a 71, he ido a aprender nuevas habilidades y ahora a seguir questeando.
Muy buenas impresiones me estoy llevando por ahora, espero que sigan así

Llegó el día

Siento haber estado tanto tiempo sin escribir. Los últimos días los he pasado raideando por las noches y poco más.
Y esque estaba esperando la expansión como agua de Mayo, supongo que como todos.

La tentación de comprarla anoche a las 12 era bastante grande, había una tienda cerca de donde yo vivo que abría especialmente, pero como a las 12 estábamos a mitad de raid y la pereza era grande, decidí ser paciente.
Esta mañana volviendo de clase me la he comprado por fin.
No entiendo tanta fiebre con las reservas (a menos que se quiera una edición de coleccionista), ya que había decenas de juegos en los estantes, dudo que se agoten.

En cuanto acabe este post voy a comenzar la instalación y pensaré qué es lo que voy a hacer primero, se me ocurren algunas cosas:

-Entregar las diarias que hice ayer, así además de honor me darán experiencia.
-Coger barco en Ventormenta y irme a Tundra, aunque luego iré a Fiordo Anquilonal para empezar a questear de nuevo, ¡qué ganas!
-Hacer alguna de las dos primeras mazmorras que hay. Me han recomendado un pedazo de blog de theorycrafting en castellano que tiene las guías para las primeras mazmorras. Por cierto el blog está genial: Garfios para todos.
-Crearme mi Caballero de la Muerte. Ya tengo el nombre reservado y todo. De todas formas tampoco espero dedicarle mucho tiempo por ahora, mi prioridad es el paladín.

Y no se me ocurren ahora mismo más cosas, ¡me voy corriendo a empezar la instalación!

Hierbas

Llevo bastante tiempo jugando con la mente más centrada en la expansión que en otra cosa. Supongo que a muchos nos pasará igual.
Mi primera decisión fue subir al paladín. Lo llevé a 70 como retri y luego lo cambié a healer, y por cierto, no se me está dando nada mal curar, de hecho estoy dudando mucho sobre qué personaje voy a levelear primero en la expansión.
La segunda fue subirme la nueva profesión con el paladín. Farmeé plantas como un descosido con mi druida y al día siguiente del parche ya la tenía a tope. No la tengo a 375 (más bien a 356) pero tengo todas las inscripciones que se consiguen por instructor, y cada día voy aprendiendo glifos menores.

A raíz de esta segunda decisión, hace un par de días me planteé dejar la segunda profesión que tengo con el pala (minería a 280) y subirme herboristería también. El problema está en que ya tengo herboristería con el druida. La razón que me llevó a querer dejar minería y cogerme herbo otra vez fue que si me pongo a subir al paladín primero en Rasganorte, no podría conseguir hierbas para subir inscripción, y puede que me vicie tanto que no quiera subir al druida en un tiempo, por lo que mi skill en inscripción se quedaría totalmente estancada.

Así que lo hice, dejé minería (por segunda vez, que ya la abandoné con mi brujo para subir encantamiento, y por cierto, no veáis lo bien que estoy aprovechando tener inscripción+encantamiento para poder encantar a mis alters a través del brujo). Llevo dos días subiendo la profesión en los ratos que tengo ya que las noches las dedico a raidear con el druida. Anoche subí por fin a 300, y ya sólo me quedan por farmear 75 plantas por Terrallende. Lo peor de todo es que con el paladín no tengo la voladora rápida y se hace bastante cansino.

A causa del brutal acopio de plantas que estoy haciendo, me vino otra duda sobre qué hacer con ellas: ¿venderlas tal cual o molerlas y vender las tintas (en subasta por supuesto)?
Cuando se me llenó la primera bolsa de hierbas decidí molerlas y poner todas las tintas en subasta, unas 80 tintas en total. Al cabo de un día, me devolvieron por correo TODAS, y eso que eran las más baratas en subasta.
Consejo: Sale más rentable vender las plantas xD

Divagaciones varias

Los últimos días de la plaga zombie andaba yo un poco quemado ya de tanto no-muerto campando a sus anchas por el mundo. Al principio acogí el evento con bastantes ganas, incluso a los pocos días montamos una gran raid de zobies en Ventormenta que, aunque no llegó a nada importante, fue realmente divertida.
Los últimos dos días de la plaga, como ya comenté, dejaron de hacerme tanta gracia porque no se podía hacer nada en las ciudades y yo, como mucha otra gente, lo necesitaba.

Pero, las cosas cambian, y suele ser bastante típico echar algo de menos cuando ya no lo tienes. Ahora mismo no está ocurriendo nada grande que requiera de la intervención de todos los jugadores, raras veces aparece algún esqueleto élite por las capitales, y hay unas zonas marcadas con calaveras en el mapa donde puedes ir a matar no-muertos para que te suelten Runas necróticas y canjearlas por épicos.
Por cierto, gracias a esto he equipado a mi paladín con unas hombreras y unos guantes mejores que los que llevaba, aunque no sean de placas.

Hablando de mi pala, estos días no se muy bien qué hacer. He pillado algo de equipo ya, sólo me quedan verdes los abalorios, el resto tengo un 60/40 de azules/morados.
No se si puedo curar ya en heroicas o no. La verdad que no lo he intentado y me faltan un par de llaves aun, la de Achindoun y Castillo de la Tempestad.
Esta tarde intentaré convencer a 4 de mi hermandad para que hagan de conejillos de indias y pueda probarme en heroica.

Aun así, no me preocupo mucho, sólo quedan 10 días para la expansión.
Más o menos tengo decidido empezar a levelear al paladín y al druida, aunque éste último en menor medida, aunque quien sabe!

Por último, una pregunta:
¿Alguien (de Tyrande) probó a ir anoche al Arcatraz? Lo intenté con un grupo pero al entrar nos sacaba y nos decía que lo intentáramos más tarde, y había bastante gente a la que le pasaba lo mismo. ¿Colas también para entrar en mazmorras?