jueves, 20 de noviembre de 2008

Dekás

Ayer, después de subir a 74 a mi paladín (curiosamente en mi hermandad me llaman friki, cariñosamente eso sí, cuando Rasganorte está plagado de 80s y gente con montura voladora ya!) y hacer un par de quests de la nueva zona a la que iré, Colinas Pardas, decidí retomar la aventura de mi Caballero de la Muerte, o DK como parece que va a quedarse la abreviatura finalmente.

El primer día de la expansión jugué un ratillo con él. Le puse de nombre Macauly, ya que Macaulyculkin era demasiado friki xD
Lo subí hasta 56 y hice las suficientes quests como para hacerme con la montura.
No fue hasta ayer, 5 días después cuando lo retomé.

Los primeros cambios que noté, la zona de inicio estaba vacía, todos los DKs ya han salido de las Tierras de la Peste y hacer misiones era algo bastante menos estresante ahora. Mejor así, ahora podría concentrarme más en la historia y el trasfondo del personaje que en pelearme con decenas de clones para matar un miserable campesino.
Dicho y hecho, me metí de lleno, leyéndome detenidamente las quests, disfrutándolas. Está logradísimo el inicio del DK, ojalá cada clase tuviera un inicio así, te identificarías más con ella. A la vez que disfrutaba del lore empezaba a familiarizarme y a leer bien los nuevos hechizos y habilidades, el primer día mis ataques eran un continuo spammeo de hechizos sin ton ni son, y aunque ayer a veces también lo era, al menos intentaba seguir unas rotaciones. Eso sí, rotaciones inventadas por mí, puede que no sean las correctas así que seguiré investigando, sobre todo en ese magnífico blog dedicado al DK: Death Knight.
Retalenté a Sangre, siguiendo una de las guías de ese blog, copiando descaradamente la primera build que vi.
He de reconocer de todas formas que voy bastante perdido con el personaje, no acabo de pillarle bien el truco a eso de las runas y que se conviertan en runas de la muerte o algo así. Supongo que con el paso de los niveles iré entendiéndolo mejor.
El caso es que aun no sabiéndolo usar bien, matar es muy sencillo y rápido, me encanta la habilidad esa que atraes a un enemigo hacia ti, es el principio de su fin!

A lo que iba, seguí con las misiones, y me dejaron casi tan asombrado como las que comenté el día anterior. Atención que pueden venir SPOILERS.

Me gusta mucho la interacción que hay en estas misiones con el mismísimo Rey Exánime, hablar con él me pone los pelos de punta. Por el final de la cadena de misiones, hay una que es donde se empieza a ver el principio del fin a tu lealtad al Rey. Te mandan que mates a un pobre prisionero en unos barracones contiguos. Dependiendo de la raza que seas, matarás a alguien diferente, pero siempre de la misma raza que tu. En mi caso me tocó matar un enano, y antes de la ejecución te dice que te recuerda de cuando eras pequeño, que cómo has podido acabar así. Ese es el principio del fin como seguidor de Arthas.
Pocas misiones después, en una batalla épica contra los humanos de la Capilla de la Luz, te rindes finalmente y sucumbes al poder de la luz.
Eres enviado a Ventormenta (en el caso de la Horda supongo que a Orgrimmar, aunque lo desconozco), donde nada más entrar los guardias y los ciudadanos te insultan y te escupen, además no puedes montar a caballo, teniendo que soportar esa humillación a pie hasta llegar a los pies del Rey Varian (que gran nombre) Wrynn. Después de entregarle una carta, te perdona y tu reputación con Ventormenta sube hasta honorable, olvidándote así de recibir más escupitajos de la gente de tu propia facción.
Una vez más aplaudo desde aquí a Blizzard por el curro que le han dado a esta nueva clase. Estoy disfrutando de estos momentos de juego como nunca.
Luego de todas las misiones decidí darle a Macauly sus profesiones. La única que tenía segura era Minería, para combinarla con Ingeniería, Herrería o Joyería.
Ingeniería la desestimé la primera, me parece muy divertida, pero útil para PVE y para mis otros personajes no.
La decisión estaba difícil entre Herrería y Joyería.
Con Herrería me podría crear armas o armaduras exclusivas y de alto nivel para mi DK, y quizá alguna de menor valor al paladín, sin embargo las joyas me sirven para todos los personajes que me haga, así que me decanté por Joyería al final. Uno de los factores que también influyó fue el leer lo dura que es de subir Herrería.
Como con el DK no tengo ninguna prisa en llegar a 80, subiré primero las profesiones hasta 300 antes de entrar en Terrallende en serio, aunque también es posible que pase de ellas y suba de nivel a mejor ritmo, quien sabe!

1 comentario:

Anónimo dijo...

En la Horda tienes que ir a hablar con Thrall. Te escupen, te tiran plátanos y manzanas pordridas y te echan en cara a todas las familias que mataste >_> qué mal lo pasé. Y más porque, al detenerme a leer las quest y tomar screens, sufrí el abucheo más rato xD

 
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